EDITORIAL
Frente al desastre climático
Una vez más, como ya es habitual desde hace algunos años, la época de lluvias ha llegado a Bolivia con una intensidad que supera con mucho los medios con que cuenta la naturaleza y los que aporta la ingeniería moderna para contener los crecientes caudales de agua. La naturaleza ha vuelto a ser rebasada, como lo demuestra el desmadre de los principales ríos que desde las alturas cordilleranas bajas hasta las llanuras amazónicas y también las represas, canales, diques, gaviones, redes urbanas de desagüe pluvial, torrenteras y otras obras de infraestructura construidas para canalizar las aguas han resultado insuficientes para cumplir su cometido...